· -Creatividad.
¿Por qué este es el primer paso de conexión con la vida? Lo que nos hace creativos. Como volvernos atentos a lo creativo. Productos de nuestra creatividad. Reconocimiento de valores personales. Intuición. La marca.
Hay que crearse de forma de volverse original y atractivo a nuestros clientes
Yo creo (creencia) para empezar a crear.
¿Quién fue el primero que creó?...
Dios.
Bueno para ser creativo entonces hay que apelar a nuestra creencia del dios que tengo adentro de mí, EL QUE CREA. Para crear hay que empezar por creer.
Vamos a pensar a la mente como cuatro espacios de acción: intuición, pensamiento, sentimiento y acción. En ese orden, la aclaración es porque si nos ponemos a hacer cosas sin pensar, ni sentir, ni intuir, los resultados son derrotas por la que no aprendemos absolutamente nada, al contrario, nuestra creatividad nos hace lidiar una y otra vez con lo mismo hasta que aprendamos.
Si esto fuese una pared que tiene una puerta en el medio, vivimos rebotando contra la pared una y otra vez, y si tenemos mucho miedo nos salteamos la puerta y seguimos rebotando del otro lado.
Es que el miedo es muy estúpido. El amor es inteligente pero requiere de mucho coraje.
· Intuición / Observación
1. Examinar atentamente.
2. Mirar con atención.
3. Recibir por uno de los sentidos las imágenes, impresiones o sensaciones externas.
Con la observación o la percepción nos volvemos concientes de quienes somos y cuál es nuestro potencial de observación de la realidad para poder elegir. A través de ella podemos reconocernos, es decir, volver a conocernos en lo que somos esencialmente útiles. Y utilidad y bondad son sinónimos.
La observación empieza por la intuición bien entendida.
El proceso de la realización, la concreción de los deseos nacen en la intuición. Definimos a la intuición como la evolución del instinto, como la observación con intención y atención.
In tensión, como tensión adentro. Poner la mirada adentro.
A tención, como tensión afuera. Mirar con acento afuera.
Somos una acumulación de información. Esta información dirige nuestra atención hacia la satisfacción. El campo de la conciencia, nuestra mente, se organiza a partir de nuestras intenciones. La información y la intención son fuerzas. Y esas fuerzas modifican el campo a nuestro favor. El problema radica en la energía que le ponemos a la frustración y al miedo, al mismo tiempo y con la misma intensidad con la que deseamos. Las intenciones convertidas en palabras, se transforman en oración y nos ayudan a enfocar las energías en lo que deseamos en vez de lo que tememos. No tenemos que caer en la trampa de preguntarle a Dios ¿cómo?, sólo hay que vivirlo, experimentarlo, saborearlo para entenderlo.
Enviar una intención al campo de energía y recibir una respuesta no es algo que exija esfuerzo. En nuestra naturaleza está cumplir todos nuestros envíos de intenciones, deseos, al campo de las probabilidades y lo común es que ocurran. Cabría preguntarse entonces, ¿qué intenciones tenemos para con el mundo que está como está, no?
El problema radica, en que pasamos por alto respuestas que nos son dadas por las creencias que hemos mamado desde la infancia.
Por ejemplo:
Todo se logra con sacrificio y esfuerzo “
Bueno, esta es la primera mentira que nos han dicho, nada se logra con sacrificio y esfuerzo. Es con gozo y placer que se logran las cosas, ya que si estamos haciendo algo que nos beneficia, podemos estar cansados, pero no estamos haciendo ningún sacrificio.
En la intuición bien entendida el ego diferencia la realidad de la ilusión. Ambas nacen de un deseo, una lo deforma y la otra transforma a mi mundo en el cumplimiento de ese deseo. Una me ubica en el campo de las posibilidades y la otra me ubica en el campo de mis limitaciones.
Como hemos sido criados en un sistema limitante lleno de condicionamiento y reglas puestas en beneficio de unos pocos, en vez del bien común, “sobrevivimos” en vez de vivir. Podemos abrir nuestras mentes siendo concientes de que existen cosas que nos gustan y otras que no nos gustan y elegir en libertad. Nuestra visión nos cuenta quienes somos, y donde estamos por lo que nuestro deseo se pone de manifiesto y descubrimos que nos podemos abrir a algo nuevo, a veces, con las mismas cosas, pero puestas de una manera distinta, y otras veces, con el nacimiento de semillas que están plantadas en nosotros de antes de nacer y no éramos concientes de su existencia.
Estoy segura que si cada uno tiñe su historia respecto de lo que ve dentro de su propio mundo, lo que verá será una historia que nazca en su historia personal, en sus deseos. El arte de la observación no abarca solamente el sentido de la vista sino todos los sentidos. En la observación se utilizan muchos más además de los cinco sentidos tradicionales, vista, oído, tacto, olfato y gusto, existen otros sentidos que se generan a partir de la combinación de estos cinco. Estos nos predisponen a recibir impresiones a través de nuestra experiencia. Nos hacen más dispuestos o menos dispuestos a la recepción por lo que el pasado sólo sirve a efecto de la predisposición, prepara la capacidad receptiva.
La observación del entorno es muy útil, en tanto y en cuánto uno la utilice para la auto-observación, después de todo, la observación es lo que nos pasa y nos pertenece si la sabemos usar. Y el trabajo interno permite hacer realidad los deseos más impensados lo que nos hacen felices o lo que nos hacen infelices. Y eso depende enteramente de nuestra observación y de nuestra auto-observación. Nuestra ventana al mundo somos nosotros mismos. No hay diferencia entre nosotros y el paisaje percibido.
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